Usos, superficies, alturas y aseos en bares y restaurantes

Las ordenanzas municipales pueden establecer superficies mínimas para determinados recintos de uso en restauración. Se regulan superficies de comedor, cocinas, almacenes, o la superficie total, depende de dónde queramos abrir el negocio.

En Barcelona los requisitos de superficie para establecimientos de restauración son los siguientes:

También hay Ayuntamientos que establecen dimensiones mínimas para los recintos que contienen el váter, generalmente 1.2x0.9m2. En Barcelona no están limitados, salvo que uno de ellos deba ser accesible.

Otro parámetro geométrico a vigilar es la altura libre de los espacios del local. En zonas de uso permanente (áreas de público o privadas de uso regular) la altura mínima es de 2.5 m, y en las de uso transitorio (almacenes, servicios higiénicos, cámaras de residuos, etc.) podemos reducirla hasta 2.1m. Estos límites son superiores en unos pocos municipios, por ejemplo en Vilafranca y en Sabadell, donde piden 2.8 y 2.3 m respectivamente.

Los bares y restaurantes deben tener servicios higiénicos a disposición del público y el acceso a los recintos que contienen el váter debe realizarse a través de un vestíbulo previo (acceso indirecto). La dotación mínima de servicios higiénicos se define explícitamente en las ordenanzas de algunos municipios, y recientemente en el reglamento de espectáculos (DC112/10). Esta regulación se establece siempre en base al parámetro de aforo: más clientes, más baños.

Según el artículo 47 del DC112/10 (Cataluña), la dotación de los servicios higiénicos de bares y restaurantes debe ser la siguiente:

La dotación exigida por las ordenanzas municipales puede ser distinta. Ante la duda, lo mejor es preguntar.

Cada una de las cabinas con váter debe estar ventilada. Como ventilación natural se acepta una ventana practicable a un espacio exterior. Normalmente esto no es posible, y por eso los locales están preequipados con un conducto que a modo de chimenea conduce el aire extraído de los baños hacia la cubierta, dispersándose donde nadie pueda olerlo. El aire se impulsa normalmente con pequeños extractores cenitales, aunque existen técnicas menos ruidosas y efectivas. No hay que olvidar dejar entrar el aire en el recinto del váter (cepillar puertas o colocar rejillas).

Última actualización: 27 de julio de 2012